Hay sabores que
me generan recuerdos. A tu forma, ciclotímica que me marea, como hoy.
Acabo de darme
cuenta que es jueves Mi día.
Y yo solo suspendida en el aire. Literalmente,
estoy en un entrepiso y sólo la energía nauseabunda y confusa que tu piel
desprende, niebla mis palabras.
¿Quién sos?
Puedo olvidarme,
mitigar tu recuerdo y endiablarte. Construirte como un ser detestable. Te lo digo frente al espejo con mis ojos que están
rojos. Y mientras las hierbas hacen su
efecto, comienzo a sentir… a sentir una bronca que
va subiendo por mis entrañas y se vomita
en la mirada. Estas del otro lado. Aunque no lo
sepas te hablo, y lo hago porque
no necesito escucharte. Se que no sabes responder, que vivís huyendo. Que te
incomoda que otra persona ponga las reglas. Siempre sos vos, siempre. El que
llama, el que corta, el que no responde. Y el que vuelve….te haces el perdido
para que sea tu guía.Con tus ojos mojados, con tu mirada oculta, esa que es un puro teatro y se retira frente a mí. Tengo miedo fecundar un hijo . Que sea producto de tu gen, del virus que dejaste en mí.
Por miedo a querer abrazarlo, por miedo a que el feto me retuerza hasta morir.
Lo único que te falta luego del
sueño, de la paz, de la bronca, del dolor, es que te robes mi ADN. Que me contamines
con vos, con tus fluidos. Y salga de mí un engendro, un engendro que lleve tu marca.
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