jueves, 7 de agosto de 2014

Maquinaria Mental.


Estas sentado frente  a mí.  Sos el mismo, pero con otro rostro. O en realidad, más bien sos el mismo pero con otras marcas. 

He descubierto hace poco que tengo un problema.
 
Me gustan las marcas, las que puedo ver, las que puedo tocar y las que puedo percibir. Es por eso que me gustan los pocitos que se hacen en tu cara. Por eso puedo tocarte, y tu oreja horadada  me produce placer. El placer visual de deslizarme entre los ojos, la piel, y las vibraciones que en ella ingresan. ¿Será igual la vibración que emerge de mi garganta, la misma sonoridad que ingresa a los conductos auditivos que recubren ese piercing? 

Soy yo y soy ella, la actuación me recubre, las mil palabras que anidan en mi cerebro y te taladran, es que soy una maquina. No puedo parar, no puedo parar y crezco corro, corro, corro.  Y ya me agito. Me agita la sensación de transmitir en el papel. Bueno técnicamente no es verdad. La modernidad ha hecho que simplemente digite las letras. Pero son mías, son nombres, te nombran, te objetivan, te sujetan.  Voy subiendo, siempre soy como un acto. Un acto sexual quizá . Empiezo tímidamente- tengo miedo de develar que estoy pensando todo el tiempo-. La gente “normal” la palabra normal me produce incomodidad. Qué es normal? Qué parámetros sociales, convencionales o estúpidos determinan que es normal cual es la verdad de la normalidad. ¿Y quien dijo que es un valor? – La palabra valor me viene girando en mis neuronas hace tiempo-

. (Punto)

 

Otra vez mi cabeza maquínica me desvía, soy un rizoma soy un puro fluir. Aunque a veces necesito territorializarme. ¿Y otra vez que decía?

 No sé atender los teléfonos, pensar en vos, pensar en pagos, pensar en mis viejos, pensar en que tendría que estar pensando menos porque volví de vacaciones!!

 Y otra vez soy un flujo, un flujo viscoso  un flujo como los fluidos. Ahhh eso era lo que venía diciendo. Soy como el sexo, tímidamente me deslizo, juego a que no lo hago, pero empiezo y no paro, no paro como ahora, no paro y ya me duelen las manos. No de tocarte, no de tocarme de tipear.  Es un dolor menos placentero, pero las letras son eso, dolor y placer. Como el sexo quizá?

  Sigo diciendo- lo que vengo diciendo, o escribiendo más bien-  que soy como el sexo, como tu sexo o como mi sexo, y me desenfreno, pierdo la manija como dicen. Ya la perdí, con vos, con todo, con esto.  Me gusta, aunque a veces me agarra la locura me voy de un péndulo  al otro,  quiero tomar todas las riendas. Pero  después resuelvo que quiero seguir subiendo ¿Cómo parar cuando es puro placer?  Subo      subo …lo sigo haciendo
.....
....
...
..
.
y
 caigo….
 C
a
i
g
o

Redonda, o parada, palito o bomba?  No lo sé, tampoco importa. CAIGO …. caigo como siempre,  todo lo que hay  es puro
 
 
 
vacío.

*Sólo espero que esta vez estes vos para atraparme .

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