La matemática del mundo me perturba,
la lógica que no entiendo, me consume los minutos que me quedan
Es que leo, letras,
veo letras.
No se calcular la distancia real entre un espacio y otro
salvo cuando eso separa una palabra de otra
o una barra espaciadora a la que incorporé maquinicamente
La separación, la clasificación
qué distancia habrá entre un pensamiento y el otro
cualquier pensamiento, uno tonto, uno que pareciera no tener ningún contenido
No entiendo, la medición de los exabruptos,
la distancia psicológica de dos personas ensimismadas.
Pero que no se tocan, no se cruzan sus pensamientos.
Aunque puedan actuarlo.
Sigo sin entender muchas cosas,
no se calcular, no lo comprendo y solo me quedo en la observación
porque solo se contar pero no ver lo exponencial de lo que pasa.
Me cuesta vivir el presente
porque siempre pienso en el futuro.
Un futuro matemático que no entiendo,
vivo de símbolos a los que sólo le pongo categorías momentáneas
porque así prefiero construir mi mundo.
Pero vos, sos el rompecabezas al que le aparecen piezas
sin saberlo,
no puedo predecirte,
y no lo sabía.
Prefiero no saber contar,
prefiero leer,
prefiero leerte y equivocarme
para volver a hacerlo
y nunca entender
que es lo que lleva a vos.
Mi calculo difuso.
sábado, 22 de noviembre de 2014
viernes, 21 de noviembre de 2014
Puede cambiar de un segundo a otro. Aunque
creo que un segundo puede quedarle grande.
A veces pasa un tiempo
y no cambia.
Y cuando está, es toda
a veces, incluso, única
Y ahí esta, testaruda
Posesiva
Lo bueno es que puede cambiar
Sí. Cambiar de un segundo a otro
o quedar suspendida en la eternidad
de ese instante
creo que un segundo puede quedarle grande.
A veces pasa un tiempo
y no cambia.
Y cuando está, es toda
a veces, incluso, única
Y ahí esta, testaruda
Posesiva
Lo bueno es que puede cambiar
Sí. Cambiar de un segundo a otro
o quedar suspendida en la eternidad
de ese instante
viernes, 7 de noviembre de 2014
Me entrego, dispuesta, al centro mayor.
No sé qué sigue pero ya siguió. Ya es, y así
fue.
A veces
Pero sólo a veces
Sigo lo exigido sin padre, pensando, si crece
en mí
Y voy, lento, pero voy,
sin fe,
sin palabra, sólo a Dios
Mío.
Sí,… Dios, pero el mío
El otro sí que retumba sobre mí. Retumba
fuerte.
Me duele
Lastima al múltiple, y lo multiplica aún más
Mi múltiple
Un poquito después, pero sólo un poquito
-No sé para quién pero para alguien-
Desaparezco
Retorno
Y me fundo en él.
miércoles, 5 de noviembre de 2014
Blanca
No es martes pero debería serlo
sólo los martes suelen ser tan tristes
una nube gris cubre todo el cielo
llueve como si no lloviera
como si las gotas no cayesen
no caen, permanecen suspendidas
hasta que un cuerpo las choca
lo mojan
no parece real
millones de gotas suspendidas
como lágrimas
esperando
ser lloradas
el llanto moja la cara
la va descubriendo
como si las gotas la iluminaran mientras caen
el llanto moja la realidad
no es real si no se moja
lágrimas interrumpidas esperando ser lloradas
como gotas suspendidas que iluminan el camino
todo brilla
las gotas la delinean
está suspendida entre tanta luz
pero ella ríe
y su risa irradia amor
su falda vuela al viento..
para ella ya salió el sol
sólo los martes suelen ser tan tristes
una nube gris cubre todo el cielo
llueve como si no lloviera
como si las gotas no cayesen
no caen, permanecen suspendidas
hasta que un cuerpo las choca
lo mojan
no parece real
millones de gotas suspendidas
como lágrimas
esperando
ser lloradas
el llanto moja la cara
la va descubriendo
como si las gotas la iluminaran mientras caen
el llanto moja la realidad
no es real si no se moja
lágrimas interrumpidas esperando ser lloradas
como gotas suspendidas que iluminan el camino
todo brilla
las gotas la delinean
está suspendida entre tanta luz
pero ella ríe
y su risa irradia amor
su falda vuela al viento..
para ella ya salió el sol
lunes, 27 de octubre de 2014
Es casi lo mismo
Tengo
una palabra enredada
en el
pelo como llovizna y me repite cada vez
como
una obsesión
blanca.
Estamos
en un sótano con mucha gente
contando
cosas tan íntimas
tan
vulgares
no hay
lugar para sentarse
-perdón
que el piso esté sucio
confiesa
el crimen
-no
limpio el piso desde que
nadie
completa la frase
yo la
sé
está su
misma mochila de colores y usa los mismos anillos en los dedos.
A
veces sus historias
a
veces no sé cuándo las palabras significan cosas distintas a las que otras
veces
parecen
ella
escribe como ninguna, más ahora,
hay un
porcentaje mayor en los escritores de tendencia al suicidio.
El
juego con la imaginación,
dice
el artículo estúpido que está en el fondo
de la pantalla
de su computadora
en
este sótano que ahora es su casa,
es un
factor peligroso para personas que cuentan
con un
desequilibrio mental
no
tratado.
Yo
miro eso y el piso sucio
un
monstruo de pelusa abajo de la cama
cosas
en pilas de cosas que no se saben qué son.
Busca
la yerba, una bombilla
el
mate está caliente
por la
ventana veo pies que pasan
llueve
y el frío parece sólido
blanca,
palabra que repite
no sé
bien qué significa si las palabras significan o dependen de otra cosa.
Por la
calle camino y aún llueve
una
gota cae en mi mejilla y es lágrima
las
palabras significan
pienso
y mi cara arde
un
sótano tan blanco y sin luz
Las
cosas buscan
lugar para estar
están
ella
en su tormenta
con la
misma mochila de siempre
parece
ella
pasa
gente hablando de otras cosas
pasa
un chico pidiendo monedas por la ventana
pasa
el hambre el mate
pasa
otra anécdota más
que
saca de esa mochila de colores
para
todos
para
cualquiera
porque
ahí está su idea
de lo
que hay que compartir.
miércoles, 22 de octubre de 2014
improvisación
Eso que hoy está, ayer se deshizo. Deshecho, sin sentido.
nada de esto realmente existe, asi dijo mi tatarabuelo. También
sabía de fìsica cuántica.
Sólo está el punto final, cúlmine que atraviesa la última roca.
En caso de que esto caiga a mitad de la oración, quiero expresar este dolor
Dolor del porvenir que termina en nada.
Me parece extraño este miedo a lo blanco. La luz
Pero lo temo.
Le temo al final porque amo la vida.
Quizás algún día ame tanto a la muerte que aborrezca esta oscuridad
en la que hoy vivimos.
nada de esto realmente existe, asi dijo mi tatarabuelo. También
sabía de fìsica cuántica.
Sólo está el punto final, cúlmine que atraviesa la última roca.
En caso de que esto caiga a mitad de la oración, quiero expresar este dolor
Dolor del porvenir que termina en nada.
Me parece extraño este miedo a lo blanco. La luz
Pero lo temo.
Le temo al final porque amo la vida.
Quizás algún día ame tanto a la muerte que aborrezca esta oscuridad
en la que hoy vivimos.
miércoles, 8 de octubre de 2014
Punto
Pienso.
Pienso que un punto es movimiento. Movimiento constante condensado en sí mismo.
Movimiento visto desde lejos.
Porque el instante también es eternidad y en él se manifiesta el continuo.
El uno, el todo.
Entonces...¿cómo diablos fijamos al punto en lo rígido, lo estático?
Mejor dicho, ¿quién dice que en lo rígido no supura la fluidez como en ningún otro lado?
Pienso...pienso
Pienso en el punto.
Pienso que un punto es movimiento. Movimiento constante condensado en sí mismo.
Movimiento visto desde lejos.
Porque el instante también es eternidad y en él se manifiesta el continuo.
El uno, el todo.
Entonces...¿cómo diablos fijamos al punto en lo rígido, lo estático?
Mejor dicho, ¿quién dice que en lo rígido no supura la fluidez como en ningún otro lado?
Pienso...pienso
Pienso en el punto.
lunes, 6 de octubre de 2014
domingo, 5 de octubre de 2014
Domingo lluvioso
Entonces comprendimos que la lluvia también era hermosa.
Unas veces cae mansamente y uno piensa en los cementerios abandonados. Otras veces cae con furia, y uno piensa en los maremotos que se han tragado tantas espléndidas islas de extraños nombres.
De cualquier manera la lluvia es saludable y triste.
De cualquier manera sus tambores acunan nuestras noches y la lectura tranquila corre a su lado por los canales del sueño.
Tú venías hacia mí y los otros seres pasaban:
No habían despertado todavía al amor.
No sabían nada de nosotros.
De nuestro secreto.
Ignoraban la intimidad de nuestros abrazos voluptuosos, la ternura de nuestra fatiga.
De "Lluvia", Raúl González Tuñón
jueves, 2 de octubre de 2014
Nudos.
Soy un manojo de nudos
se contorsiona mi vertebra insesantemente
y aun siento tus manos atravesandola
Vos lo dijiste,
mezcla de placer y dolor
eso es el amor?
placer, placer, crecer, volar
y dolor.... puro dolor.
Hoy vivimos en el desenfreno placentero
de los nudos de la historia
estoy contraida, estoy contracturada
solo tu mano desata los nudos de la historia
que vuelve a comenzar.
se contorsiona mi vertebra insesantemente
y aun siento tus manos atravesandola
Vos lo dijiste,
mezcla de placer y dolor
eso es el amor?
placer, placer, crecer, volar
y dolor.... puro dolor.
Hoy vivimos en el desenfreno placentero
de los nudos de la historia
estoy contraida, estoy contracturada
solo tu mano desata los nudos de la historia
que vuelve a comenzar.
El equilibrio nunca va a ser perfecto
las palabras se escurren desordenadas
casi nunca logro un sentido
de principio a fin
un día completo
desde la gota de té
hasta el mar y la ropa que se seca el sol
todas son necesarias
el equilibrio nunca va a ser perfecto
mientras mis ojos acompañan el ciclo
con gotas saladas
jueves, 18 de septiembre de 2014
Te encontré
Te encontré en el sueño, que soñé
ayer. Por lo tanto no te encontré apareciste .Como siempre sin
buscarte.
Tenías otro cuerpo, eras distinto y
habías engordado. Bueno no mucho. Para el normal de la gente, tu
extremada delgadez -al igual que tus marcas que me habían
enamorado- le parecía excesivo como si vos solito
agarraste tu mano y te tajeaste. Nada de eso. Y porqué vuelvo a
hablar de eso? No importa.
Te ví pero te ví distinto, no eras el
mismo. Y no tuve miedo de contarte que era feliz. Porque supongo que
esto es estarlo. Le temo siempre a las categorías. Quizá es un
resabio tuyo. Pero creo que esto es estar feliz y querer como se
quiere la gente, y piensa cosas que la gente piensa cuando esta
feliz y quiere a alguien. Me entendés? No se para que te explico si
te lo dije ayer. En el sueño recordas? Será que vos también te
encontras psicológicamente en mis sueños. El otro día pensaba
como era posible que decidieras estar siempre solo. Transcurrir la
vida, o caminar como quieras.
Pero yo no, te mentí que te dije que
yo también. Te mentí a vos y a muchos, para hacerme la mujer
moderna . Porque soy libre sin atarme pero sin
entrar en la lógica de la superficialidad.
Hoy , te encuentro acá porque te
encontré allá. En el sueño, en ese lugar donde te gusta habitar y
confundirme con la locura, o la memoria desmedida. Si te recuerdo?
Claro. Pero ya no importa. Y eso fui a decirte, y vine a decirte
ahora por si no lo había dicho claramente. Aunque en los sueños uno
se entiende mucho más por los gestos que por las palabras. Cosa que
no ocurre en la vida real. Espero encontrarte parado (en la vida
real) más gordo. Y si no te encuentro más. Que seas lo que
quieras ser. Como yo.
que intento ser.... no se que...pero algo seguro.
martes, 16 de septiembre de 2014
Un té, dos té
Dame un té,
ponle azúcar,
sin el saquito,
sin el agua.
Quiero un té,
con azúcar,
no de saquito,
calientito.
Tibio, que guarde ternura.
Suave, que se sea sutil.
Pero intenso, que se haga sentir.
Te de frutas,
te de chocolate,
te de río y
de atardecer.
¡Quiero té,
hazme caso!
¿No me ves
pidiendo té?
Dame te, quiero te,
te pido que me des te,
que me te des,
que te me des.
Date.me, quiero te.
Quiero te y te quiero
tibio, tierno y suave.
Dulce, puro, simple.
Simple como un té
es que te quiero.
Mi cuerpo pide.te
sin que me de cuenta.
Y yo quiero.te
antes de saberlo.
Porque hoy alguien me recordó este poema y me hizo sonreír.
ponle azúcar,
sin el saquito,
sin el agua.
Quiero un té,
con azúcar,
no de saquito,
calientito.
Tibio, que guarde ternura.
Suave, que se sea sutil.
Pero intenso, que se haga sentir.
Te de frutas,
te de chocolate,
te de río y
de atardecer.
¡Quiero té,
hazme caso!
¿No me ves
pidiendo té?
Dame te, quiero te,
te pido que me des te,
que me te des,
que te me des.
Date.me, quiero te.
Quiero te y te quiero
tibio, tierno y suave.
Dulce, puro, simple.
Simple como un té
es que te quiero.
Mi cuerpo pide.te
sin que me de cuenta.
Y yo quiero.te
antes de saberlo.
Porque hoy alguien me recordó este poema y me hizo sonreír.
miércoles, 10 de septiembre de 2014
martes, 9 de septiembre de 2014
Como chocolate
Es una tableta gruesa y genera resistencia en mi
boca.
Pienso la resistencia de un material o de un
abrazo.
Un abrazo normal, una chica saludando a un chico
por su cumpleaños.
Una mano una cintura indescriptible presión
sutil de no querer dejar ir o ser mordido; el chocolate también tiene algo para
decir.
En mi boca se ablanda, desarmado cede.
Vos no.
Con los ojos cerrados
Imagina
estar parado
en el medio de la selva
con los ojos cerrados
esperas
un roce
un sonido
un golpe
algo
que te obligue a abrir los ojos
Imagina
estar parado
en el lecho de un río
con los ojos cerrados
truena el cielo
esperas
una gota
sentir agua en los pies
un golpe de agua
en la espalda
algo
que te obligue a abrir los ojos
estas alerta
tus sentidos se afinan
pero no pasa nada
ni va a pasar
Si abres los ojos
solo vas a estar parado en tu habitación
esperando el golpe
en tus oídos
de sus palabras
o una bofetada
en la cara.
Esperas algo
que te destruya
que sea ajeno a vos
que lo haga por vos
la puerta cuando se abre
o el portazo cuando se va.
estar parado
en el medio de la selva
con los ojos cerrados
esperas
un roce
un sonido
un golpe
algo
que te obligue a abrir los ojos
Imagina
estar parado
en el lecho de un río
con los ojos cerrados
truena el cielo
esperas
una gota
sentir agua en los pies
un golpe de agua
en la espalda
algo
que te obligue a abrir los ojos
estas alerta
tus sentidos se afinan
pero no pasa nada
ni va a pasar
Si abres los ojos
solo vas a estar parado en tu habitación
esperando el golpe
en tus oídos
de sus palabras
o una bofetada
en la cara.
Esperas algo
que te destruya
que sea ajeno a vos
que lo haga por vos
la puerta cuando se abre
o el portazo cuando se va.
sábado, 6 de septiembre de 2014
No tengo poesía
No tengo poesía. Si todo se reduce al ahora, no tengo poesía, ni proyecto, ni mañana.
No tengo las palabras que profetizan el ayer y menos aún la muerte del porvenir.
No tengo palabras.
Sólo temor ante este vacío, esta nada que impide la experiencia.
Pensándolo otra vez, pues, lo tengo todo.
Es que la palabra no es más que vacío. No expresa lo trascendental.
Lo que va más allá es esto inefable que de a ratos me entristece.
Otras me atemoriza.
Es eso infinito a lo que voy
lejos de la estructura y la forma. Es eso divino de donde vengo
que hoy me tiene aquí, sin poesía, sin palabras.
No tengo las palabras que profetizan el ayer y menos aún la muerte del porvenir.
No tengo palabras.
Sólo temor ante este vacío, esta nada que impide la experiencia.
Pensándolo otra vez, pues, lo tengo todo.
Es que la palabra no es más que vacío. No expresa lo trascendental.
Lo que va más allá es esto inefable que de a ratos me entristece.
Otras me atemoriza.
Es eso infinito a lo que voy
lejos de la estructura y la forma. Es eso divino de donde vengo
que hoy me tiene aquí, sin poesía, sin palabras.
martes, 2 de septiembre de 2014
Fin
¿Cómo me fue? Bien supongo, o mal. Depende cómo lo veas. Bien porque
hice lo que fui a hacer, lo completé, me animé. Mal porque no era lo que
esperaba. O sí, tal vez fui inconscientemente esperando que todo termine, que
todo acabe como había empezado: improvisado, repentino, irrevocable,
instantáneo.La energía fluía hacia él el último día, de la misma
manera y por el mismo canal por el que había fluido hacia mí el primer día. El
círculo se había cerrado sin que yo lo espere, sin que yo lo planee, sin que lo
quiera. Me quedé sin palabras. Me quedo con el silencio. Ya te lo dije todo. No
te digo nada, ni tú a mí. Tú tampoco. Silencio. Adiós, un beso en la mejilla,
no, mejor en la boca porque es el último.
lunes, 1 de septiembre de 2014
No estoy en casa
Llueve y no estoy en casa. Ayer iba a escribirte, lo juro. Terminé yendo a
tomar un helado. Hoy llueve como para no salir, pero no estoy en casa y te
extraño. Será tu manera de revolver las sábanas sin estar nunca del todo
destapada o el golpear de la ventana contra sí misma. Si hoy no se cortara la
luz, como siempre, podríamos ver las películas que tanto te gustan, cocinar
panqueques con whisky o cualquier cosa con este aguacero del otro lado del vidrio.
Pero yo no estoy en casa hace tiempo y no puedo volver. En la vereda no hay
nadie, una utopía un taxi vacío. Por esta calle no pasan autos, no barren las
hojas caídas de los árboles y todo se inunda, siempre, hasta tocar las puertas
de las casas. Un auto pasando un día como hoy sería un rebalsar eterno, una
onda expansiva, agua comiendo los pies de la gente, empujando zócalos de las
casas de mis vecinos. Yo fui ese auto cuando llegué. Me deben haber odiado. Ya
ves, hermosa, no puedo siquiera pedirte que vengas o tomes un remís. Me
encantaría buscarte con un paraguas gigante y ver tu cara de esfuerzo saltando
charcos.
Llueve más fuerte, si se me permiten las comparaciones. Es difícil lo
relativo cuando uno no tiene más que un par de zapatos mojados. Una fuerza que
es la naturaleza misma, brutal y hermosa. Cierra la visión una cortina de hilos
fríos que caen, nítidos chorros, infinitos. No veo mucho pero no importa. Si
fuera la cortina del baño o esa sábana desgastada con la que te tapas para
leer, te espiaría encantado. Correría la tela, tu cara de asombro. Tantas caras
extraño. Llueve mucho y estoy lejos. Mañana, te prometo, el cielo se va a
limpiar y desde el ventanal vas a ver las estrellas. Tal vez no pienses en
nada, pero las vas a mirar antes de ponerte el pijama, como siempre, yo
también.
viernes, 29 de agosto de 2014
Hay cosas que guardo para mí.
¿Cómo se guarda el universo entero, ingresando por los
perfumes que desprende tu piel y se
desintegran en tus ojos?
Los segundos pasan,
Se hacen interminables en el pastiche de mi cerebro andante.
Las arrugas de los años me perturban,
No por la piel agrietada …
Sino por la acumulación de recuerdos
Emergentes, que se olvidan
y recursivamente
regresan en mis sombras.
Sólo tu lienzo claro me apacigua.
A cada trazo se unifican mis fragmentos
obtengo nuevas
formas.
Se trata de apoyar los pies en la tierra,
De descargar de mi espalda los muertos del pasado.
Ya no se trata de llevar las cargas
Solo alcanza con las marcas.
Hay un momento en que se debe soltar
Y creo éste es el mío.
martes, 26 de agosto de 2014
Es como si los días pasaran sin tener principio ni fin, sin motivo ni razón. El sol sale, la lluvia cae, la luna sonríe, los árboles se van poniendo rojos, las hojas mueren. Todo al mismo tiempo, y el tiempo no pasa, sin embargo, los meses transcurren y la distancia se hace más grande.
Ni una carta, ni una llamada.
Las flores, su esencia, los jazmines. La esencia de los jazmines, eso me gusta, es la que transporta a otro tiempo, a otro lugar, cuando se estaba cerca de la felicidad, tocándola, seduciéndola, jugando con ella para luego atraparla y no dejarla salir jamás. Para luego atraparla…
El café se enfrió otra vez. Empiezo a disfrutar del café recalentado, tiene un gusto nuevo. No pasaba lo mismo con ella, cada vez que las cosas se enfriaban, el gusto nuevo era siempre más amargo, más distante. A orillas del río se estaba bien; era lejos y no había nadie, solo se escuchaba el sonido del agua deslizándose por las rocas y los pájaros cantando una sinfonía que sólo sonaría una vez, cada vez una sinfonía distinta pero igual. Y el aroma de ella... era más fuerte que todos los aromas del lugar, además del perfume se ponía dos o tres flores que arrancaba cada mañana de la enredadera de la puerta de su casa. Las ponía en el tiro del corpiño, desafiándolas a dejarse caer.
lunes, 25 de agosto de 2014
De tal vez un beso.
Ridículo
un día de primavera a medio camino
no todas las cosas son enteras sino partes
el cuerpo las palabras y los autos
la idea es una parte y este encuentro
de dos personas contándose algo
de una vida.
Si nos diéramos un beso
saliva que empieza
saliva que llega
saliva que queda en mi boca y en mi cuerpo
tres meses
dice la ciencia
demora un humano en desprenderse de los restos
de esas partes
de otro humano
viajando por adentro.
Pero es ridículo hoy pensar tres meses más allá de mañana:
"Disculpe Doctor,
tengo saliva intrusa desde hace tiempo
me la quiero sacar"
imagino que ya es verano completo
hay asados y familias
hay parejas de vacaciones y bebés que van a nacer en invierno o en la próxima primavera
hay cortes de luz piletas de noche
agujeros en las rodillas de los pantalones y viento y yo
tengo 96.560 vasos sanguíneos
y en todos
circulará alguien
que una vez me dio un beso
asomando la primavera.
Podría ser peor,
un frío invierno haciendo sopa o llevando al gato al veterinario,
hay muchos lugares peores
que este día en este bar
de tal vez un beso.
jueves, 21 de agosto de 2014
“Atrapame si
puedes”.
Si podés, hacelo.
“Yo” no
puedo.
No puedo sostener los miedos
Cuando quieren
escurrirse de las manos.
No puedo sostener
mis pensamientos
Que emigran ,
revolotean
Y nublan mi vista
cansada.
No se trata de
mi, se trata de vos,
Es el espejo que me perturba,
Las miradas, los
miles de discursos armados.
La construcción que
hacemos y de la que queremos salir.
Ya no se trata de
mi,
No existe tal
¿Que pasa si
después de tanto pensar
No hay existencia
material posible?
Sólo me vuelvo el
fantasma de mi propia sombra
me construyo de
voces,
ya no son
palabras
al momento que lo
escribo
lo borro con la
mente y construyo otras.
Sin pensar si son
las correctas,
Si lo que escribo
es lo que pienso,
Si lo que pienso
es escribible.
Ya no tengo voz,
la modernidad , la post, la pre…
Y lo que vendrá.
Intento ser la
materialidad
Mas fidedigna
correspondida
por mi cabeza pensante.
Que piensa pero
no inventa,
No cambia
nada, no construye
Deshoja , desarma
y muere…
Desvirga el yo
poco a poco.
Ya no queda nada.
------------------------------------------------------- Ni el eco de mi
voz.
martes, 19 de agosto de 2014
Un solo lugar
Qué sé yo
yo qué sé
un día, una distancia
una fuga
escapar, correr hasta llegar
¿a dónde?
viajar volver esperar
no saber
evaporarme
quiero
y aparecer donde más partes de mi haya
condensarme
salvar distancias insuperables
irreconciliables
edades, ciudades
culturas, sexo
distancias insalvables
quiero todo ya
ahora mismo
en mi mano
tu mano
y la de ella
sentirme completa
alguna vez
en un solo lugar
lo obvio
Cuando sepa decirte va a ser el momento equivocado
como la hoja que cae del otoño al verano siguiente
no es que no te escuche tengo
la caída lenta
de quien espera lo obvio
sin preguntarse
si es la arena quien abandona al mar después de la ola
o viceversa.
Te diría que me esperes
sentado mirando autos pasar
por un juego de espejos
vos sos el auto y yo me siento
todas las rutas terminan en algún lado que nos nombra
llegué
alguien tira las bolsas del mercado demasiado cerca
el sentido de las palabras
siempre depende del lugar en donde caen
yendo
por ejemplo
sin preguntar adónde.
desde qué punto se parte, sería importante
no necesito saber tantos significados
solamente
si es lejos o cerca
si va a ser más lejos o más cerca
un total
si la palabra cayera escrita en un mensaje de texto
si la frase fuera afirmativa
si el remitente fueras vos
viniendo
DH 2014
viernes, 15 de agosto de 2014
Mi revólver plateado
Ayer soñé que te mataba, Juan Francisco.
Ni siquiera puedo imaginar la cara que estás poniendo a medida que vas leyendo
esto, pero te aseguro, apareciste en mi sueño de anoche. No estoy enamorada de
ti ni me importas en absoluto, pero confieso que desde hace varios días te
observo, quizá desde el año pasado. Sólo pienso en ti cuando te veo, después
cuando termina la clase y cada uno se va por su lado desapareces
automáticamente de mi mente. Como si apretara un botón en mi cerebro y te fueras
directo a un bote de basura. Pero luego, inevitablemente te veo en cada clase y
no puedo parar de observarte. El otro día hasta te dibujé en mi cuaderno. Yo en
los márgenes suelo dibujar árboles y casitas con chimeneas con humo que sale y
de pronto, ni cuenta me di, empecé a dibujarte y sólo cuando terminé supe que
se trataba de ti. No me saliste perfecto, no soy buena en dibujo, pero es un
gran avance teniendo en cuenta que yo sólo dibujo casitas con chimeneas y humo
que sale. Digamos que te hice un cuerpo con todas sus extremidades (te dibujé
sin ropa, por cierto), y para que veas que no fui tan mezquina con tu creación,
te dibujé con un dedo de más. Te dibujé el pelo negro con un poco de canas,
para darte un toque de actor de cine seductor en blanco y negro. Te ayudé en
todo sentido porque tu cuerpo y cara no te favorecen mucho, lo sabes, pero te
gusta hacerte el galán cuando pasas entre la gente. Después, si no te enojas
conmigo por lo del sueño, puedo mostrarte el dibujo, tu desnudez es impecable.
Voy
a empezar. Me desperté y tardé como cinco segundos en volver del sueño a mi
cama (digo cinco segundos por decir algo, porque volver a la realidad cuesta
tan poco tiempo). Mi cama parecía un campo de batalla con cuerpos muertos, un
terreno baldío con aires de tristeza. Tardé como cinco segundos en amigarme
conmigo. Uso la palabra amigarme porque te será familiar, a ti te gusta mucho y
yo la detesto; siempre en clases dices cosas como: “me amigué con el método”, “
la dicotomía me es poco amigable”. Pero la uso para que te amigues conmigo
después de que me leas, después de todo, sigues vivo y mis sueños nunca se
hacen realidad. Te voy a medio explicar cómo fue la cosa: tenías una risa
burlona que no soporté porque no podía callarte de ninguna manera. Yo te dije:
Juan Francisco, cállate. Y tú me señalabas con un dedo y te reías como un disco
rayado. Acá viene la mejor parte, no sé cómo salió un revólver de mis manos
(los sueños son raros, ¿no?). Yo, obviamente, te apunté sin titubear y ¡Oh¡
recordar esa imagen es muy gloriosa porque yo me sentía actriz de cine con mi
revólver bien cargado. Era un
revólver pesado y su color plateado brillaba de una manera que ni te imaginas,
todavía siento su cuerpo en mis deditos. No pude capturar su olor, pero puedo
inventárselo ahora mismo, yo soy capaz de inventar lo que tú quieras.
Te disparé pero no recuerdo
bien tu cara; es una pena porque me hubiera encantado ver eso. Sería genial poder dejar escrito un documento de cómo te veías
muriéndote por mi disparo frío. En estos momentos puede estar ocurriendo que te
enfades de leerme y que pienses que soy una loca cualquiera, pero espera,
todavía no terminé. Dame tregua, dame permiso, déjame seguir. Debo decirte que
eres un ser indestructible, como de película de acción: no te morías. Te
arrastrabas y eres valiente, nunca me pediste que te perdonara la vida; eso
estuvo muy mal porque yo quería que por primera vez alguien me rogara de
rodillas. Y sin embargo te reías y no parabas de reírte, todavía parece que te
escucho. En el sueño pensé, me acuerdo, que si te levantaba y te arrojaba lejos
como se arroja una piedrita, podía deshacerme de ti, pero no pude. Aunque eres
demasiado flaco (muy flaquito, deberías comer más) no pude levantarte, pudiste
con mis fuerzas.
Juan Francisco, espero que
cuando leas esto te amigues conmigo y no me odies. Soy la que se sienta atrás
de ti en la clase de gramática. Siempre llegas excesivamente tarde y la
profesora te recibe con una sonrisa igual. No es que me moleste que ella te
sonría a ti y al resto no, sino que no puedo entender cómo siento tú tan
insignificante eres capaz de despertarle una sonrisa a alguien. No entiendo. La
profesora siempre te da la palabra en clases y a veces terminan hablando sòlo
tú y ella. Ella tiene un diente chueco y dice que no sabe nada de literatura
que por eso optó por la gramática; lo dice riéndose como si fuera una gracia y
lo peor de todo es que te hiciste amigo de ella. Lo sé y entiendo que las
personas insignificantes se juntan todas en un solo costal. Apuesto a que has
escuchado ese dicho que dice: dios los hace y ellos se amontonan. Sí, ahí está
dios fabricando a gente como tú y como la profesora de gramática que nada tiene
que ver con la literatura, lo dijo ella, no lo digo yo. El otro día dejaste un
ticket de supermercado tirado en el piso y perdón, debo confesar con toda la
pena que fui corriendo a recogerlo. No pude soportar la intriga, yo quería
saber qué cosas compraba un ser despreciable como tú. Según mis conclusiones
tus compras se limitan a paquetes de galletas de varios sabores, una bebida
horrible que da energía y comida para gatos. Me pregunto cómo se llamara tu
gatito y si lo habrás educado para que haga caca en la arena blanca artificial.
Si mi sueño se hace realidad y de verdad te mato, te prometo que no dejaré
desamparado a tu mugroso gato, veré si se lo regalo a alguien, conmigo no
cuentes.
Pobre Juan Francisco, qué
lástima que no pude concluir mi sueño, me despertaste con tu risa, si te vuelvo
a soñar no tendré ningún tipo de piedad. No te odio, para nada, lo que pasa es
que sigo medio enojada porque el otro día te saludé de lejos y tú te hiciste el
que no me viste. En el fondo sabes quién soy yo pero te encanta ignorarme. Si
quieres que te perdone sólo necesitas decirme hola, no me mates por favor, te lo suplico. Espero que lo hagas,
espero que te quieras salvar, pero francamente lo veo complicado si sigues
ignorándome. Si cambias de opinión, búscame, quizá sea este el inicio de un
romance contundente (qué poca imaginación me salió con eso del romance contundente), perdòname, no
puedo pensar en otra cosa que este momento en el que me lees. No soy tan fría,
ahora mismo tiemblo mientras bajo las escaleras y pienso que ojalá no lo tomes
muy a mal, que sea un golpe de suerte y te sientas halagado. A mí me gustaría
que un chico soñara conmigo furtivamente y a ti también –espero- te está
gustando. Me alejo, todavía es temprano para ir a soñar, me gustó mucho mi
revólver.
jueves, 14 de agosto de 2014
Que lleve tu marca
Hay sabores que
me generan recuerdos. A tu forma, ciclotímica que me marea, como hoy.
Acabo de darme
cuenta que es jueves Mi día.
Y yo solo suspendida en el aire. Literalmente,
estoy en un entrepiso y sólo la energía nauseabunda y confusa que tu piel
desprende, niebla mis palabras.
¿Quién sos?
Puedo olvidarme,
mitigar tu recuerdo y endiablarte. Construirte como un ser detestable. Te lo digo frente al espejo con mis ojos que están
rojos. Y mientras las hierbas hacen su
efecto, comienzo a sentir… a sentir una bronca que
va subiendo por mis entrañas y se vomita
en la mirada. Estas del otro lado. Aunque no lo
sepas te hablo, y lo hago porque
no necesito escucharte. Se que no sabes responder, que vivís huyendo. Que te
incomoda que otra persona ponga las reglas. Siempre sos vos, siempre. El que
llama, el que corta, el que no responde. Y el que vuelve….te haces el perdido
para que sea tu guía.Con tus ojos mojados, con tu mirada oculta, esa que es un puro teatro y se retira frente a mí. Tengo miedo fecundar un hijo . Que sea producto de tu gen, del virus que dejaste en mí.
Por miedo a querer abrazarlo, por miedo a que el feto me retuerza hasta morir.
Lo único que te falta luego del
sueño, de la paz, de la bronca, del dolor, es que te robes mi ADN. Que me contamines
con vos, con tus fluidos. Y salga de mí un engendro, un engendro que lleve tu marca.
miércoles, 13 de agosto de 2014
Regresaría
temprano hoy. Reflexionaría
bajo la ducha, la almohada, el alcohol
¿Ha actuado
correctamente?
A veces ese
discernimiento que se supone natural, le cuesta más que cualquier otra cosa.
No sabe con
seguridad si somos capaces de distinguir el bien del mal
No sabe
bien quién ha dispuesto esto.
ESCRIBE cosas que no logro leer desde acá arriba
A veces
siento que me esconde algo Quizás no
quiera compartirlo
Sabe que yo
lo escribo, sabe que lo digo, que lo traiciono.
Desde
pequeño advierte mi presencia
NECESITA,
para constituirse, acciones que no puedan ser narradas. Hechos por
fuera de las palabras.
Fuera de
toda ficción Lo INEFABLE
QUIERE desprenderse de mí
De mi
juicio, de mi omnipresencia
Quiere
destruir aquellos dioses
martes, 12 de agosto de 2014
Miradas
Escucho una voz
abro los ojos
te veo.
Estás mirándome
sonriéndote
por cómo mi vestido flota.
Sé que te gusta
te miro a los ojos mientras me muevo.
Te provoco
lo sé
me gusta.
Me miras
intentando encontrar
una escama floja
una grieta
pero no te la concedo:
paciencia.
Abro
poco a poco
un umbral
por el que puedas atravesar
Rasgo mi vestido.
Te anestesia
pero no es lo que querías
no te basta.
Ahora
tienes más
y quieres
más
de lo que querías
antes.
Ya no sólo ver
sino también
oler
palpar
conocer.
Mi vestido revolotea con el viento,
libre y primaveral ando por las calles.
Te veo y te sigo,
luego me sigues vos,
corriendo a ratos
a ratos caminando.
Quiero que te canses
de seguirme
que nunca me encuentres
y luego sorprenderte por la espalada.
Sonreír por lo bajo
decirte que me gustan
los martes de lluvia
e irme caminando rápido,
para que puedas seguirme.
Enfrentados pero a distancia.
El juego de miradas se hace infinito.
Siempre es divertido desviar la mirada cuando me ves.
Y sostenerla por largo rato cuando nuestros
ojos se encuentran.
lunes, 11 de agosto de 2014
elige tu propia aventura
Si hoy sale el sol te juro
voy a estar
si hoy sale el sol
primero que nadie
es creer o no
dos opciones y la distancia entre ellas
se salva con un solo movimiento
pasar a la hoja siguiente
de elige tu propia aventura
por eso te juro
aunque vos me pidas de rodillas
que no jure
que hace mal
que voy a estar ahí
donde me pidas
sin necesidad de que me lo pidas
tampoco
si no querés
no juro
pero creé
dos personas siempre pueden estar un poco más cerca
la cercanía se mide y lo demás no importa
al lado tuyo
rozando tu sombra alargada de comienzo
de verdad
si sale el sol
voy a estar ahí
viernes, 8 de agosto de 2014
Perro callejero
Perro callejero
Antes de cruzar la calle medito si
quizá alguien vendrá a atropellarme. Pienso, no sé por qué, que si eso
ocurriera todos se acercarían como hormigas a un pedacito de pan, pero en
cuanto vieran que este pan ya tiene moho o está rancio, se irían, todos juntos
se irían de mí. Nadie vendrá a salvarme, no hay ningún cristo ni ningún diablo
que me jale al fuego. Por eso, cuido mis pasos al cruzar. Desde hace varios
días, meses diría yo ahora que lo pienso en frío, no funcionaban los semáforos
de esas calles. Que era verde que era rojo y así andábamos. Ignoro si alguien
hizo algún reclamo a las autoridades o a quien tenga que hacérsele saber. Pero
nadie vino nunca, ignoro también si sigue estando igual, yo preferí cambiar mi
sillón de lugar. En ese sitio la gente empezaba a mirarme con desagrado. Yo
también tengo hijos, yo también estuve enamorado, yo también tuve aire
acondicionado. Pero eso ya pasó y ahora tengo un sillón que no está del todo
viejo, lo que pasa es que tiene un poco de mugre, y no es mi culpa, la gente es
puerca, sucia y todos esos sinónimos que existen para la gente de esa clase.
Todos los días a esa hora yo tenía que cruzar la calle porque el sol pegaba a
las 12 en mi esquina y después se iba del otro lado ¿cómo se llama eso? ¿puesta
de sol? ¿quién da más?
Pasaban las mismas personas todos
los días. Yo era como una especie de perro callejero a quien todos los de la
cuadra alimentaban y daban abrigo y todo eso que uno necesita para no morir. La gente es capaz de besar de lengua a los perros de raza fina pero
si se trata de uno como yo, la comida la avientan de lejitos. Pasaban y me
dejaban comida en bolsas de plástico, a veces tenían mucha grasa, a veces estaba mal oliente. El pan era
más duro que este hueso que puedo verme ahora, quizá más duro aún. Eso es lo
que ellos llaman, la buena obra del día. Hasta que llegó a vivir una señorita
en esa cuadra. Le llamaré "la señorita", porque era pequeña pero no era una niña.
Aun pienso si fui yo el que abusó de su confianza cuando por fin se animó a
acercárseme. La vi, ella cree que no pero lo vi todo y con mi octavo sentido yo
ví cómo meditó en la puerta de su edificio de si me hablaba o no. De si yo,
perro callejero, iba a morderle el brazo si me daba la mano. Esa señorita nunca me había dado nada y eso le remordía la conciencia,
lo podía ver en sus ojos, aunque siempre me sonreía y decía: Buenas tardes.
Ella estaba un poco apenada conmigo porque siempre la veía entrar a su
departamento con algun chico, siempre distinto, al menos eran 4. Me picaba el cuerpo, ella me veía
rascarme sin piedad y se moría de ganas de hablarme, hasta que un día:
- Hola, perdone la pregunta ¿necesita usted algo?
-
No señorita, gracias por preguntar.
Cuando escuchó que yo contesté de
lo más normal cambió su expresión, como esos niños que se animan a dar el salto
y se sorprenden de no caer. Así se sentía ella, como si hablarme hubiera sido un logro
importante en su vida. Lo vi en su cara. Y en cómo acomodó sus manos para
inclinarse hacia delante, para hablarme más de cerca. Me levanté del sillón
porque creí que era mi casa ese pedazo de calle, creí que era mi deber
levantarme y demostrar mis modales.
-
siéntese por favor.
-
No, no gracias, así está bien.
Ella miró el sillón y no podía creer
mi cinismo. No era el mejor sillón del mundo y lo peor de todo es que estaba
muy sucio. La gente no me miraba a mí ahora, la miraba a ella con es cara de
mirar al suicida que amaneza arriba de un puente. Así eran sus caras, como
queriendo rescatarla de una tragedia, de la basura, de este perro que soy. Ella
insistió y me miró en ese momento en el que yo hubiera dado lo único que tengo,
mi sillón o mi comezón a cambio de tomarle una mano, de que hubiera aceptado
sentarse conmigo y yo poderle ofrecer algo más, un pan caliente y un café. Pero
no, no y no.
-
Mira, no digas que abuso de tu buena voluntad,
me gustaría una coca cola. Probablemente esperaba que yo le dijera que me diera
una sopa caliente o qué se yo. Se rascó la cabeza y dijo como una cachetada en
frío:
- - ¿Qué? ni siquiera yo tomo refrescos. Le va a
hacer daño además.-
Se reincorporó y dijo que después volvía. Y si quieren algo
más preciso: nunca volvió. Y yo después me fui, me fui no por eso, aunque me
había dado vergüenza. Ella seguramente pensó que yo quería coca cola o que era
como quien dice, un limosnero callejero y malagradecido, pero a esa altura del frío y de la
noche yo me deshacía por una coca cola, usted sabe, para eso de amortiguar con
azúcar, o algo un poco dulce, aunque provenga del artificio. Pero la señorita lo tomó a mal y se
fue. Se dio la vuelta y entró a su edificio esta vez sin detenerse en la
puerta, y bien, ya no tenía nada que pensar. Me rasque la piel una y otra vez
igual que lo hace un perro callejero.
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