martes, 12 de agosto de 2014

Miradas

Escucho una voz
abro los ojos
te veo.
Estás mirándome
sonriéndote
por cómo mi vestido flota.
Sé que te gusta
te miro a los ojos mientras me muevo.
Te provoco
lo sé
me gusta.
Me miras 
intentando encontrar
una escama floja
una grieta
pero no te la concedo:
paciencia.
Abro
poco a poco
un umbral
por el que puedas atravesar
Rasgo mi vestido.
Te anestesia
pero no es lo que querías
no te basta.
Ahora 
tienes más
y quieres
más
de lo que querías
antes.
Ya no sólo ver
sino también
oler
palpar
conocer.

Mi vestido revolotea con el viento,
libre y primaveral ando por las calles.
Te veo y te sigo,
luego me sigues vos,
corriendo a ratos
 a ratos caminando.
Quiero que te canses
de seguirme
que nunca me encuentres
y luego sorprenderte por la espalada.
Sonreír por lo bajo
decirte que me gustan
los martes de lluvia
e irme caminando rápido,
para que puedas seguirme.
Enfrentados pero a distancia.
El juego de miradas se hace infinito.
Siempre es divertido desviar la mirada cuando me ves.
Y sostenerla por largo rato cuando nuestros ojos se encuentran.

2 comentarios: