lunes, 21 de julio de 2014

ENCANTADA


 encantada


No te puedo decir
qué me eriza la piel
y me mirás y te reís
me pongo roja
creo que sabés lo que es pero
me lo preguntás igual
y así es como funcionamos
la pregunta no es
qué me eriza la piel sino
qué te digo
que te deja
 escuchándome decir que no sé
y riéndote

Porque cuando pienso
qué me eriza la piel
escucho tus palabras saliendo una a una
de los labios
catarata, manantial, hechizo y mientras
me preguntás
qué me pasa    siento
siento el aire que roza tus dientes
aire que trago
con la boca abierta
aire que toco con la panza con los hombros
con la cara  y me envuelve
tu palabra
me encuentra
esperán donos


eso me pasa


(porque hoy alguien se acordó de este poema)

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